SALVA EL VUELO
Serie de 11 imágenes digitales / Arbeca (Lleida) / Invierno 23-24
Entre la niebla, flotando entre cables que conectan mundos distantes, los pájaros se desdibujan como pensamientos que vagan en el interior del alma. Sus alas, suspendidas entre el vuelo y el reposo, evocan esa constante tensión entre la libertad y la limitación, entre lo que soñamos y lo que nos retiene. La niebla difumina las fronteras entre lo visible y lo oculto, y en ese espacio incierto, las aves trazan rutas que desafían las alambradas invisibles que a menudo encarcelan nuestras aspiraciones más profundas.
Cada vuelo es una metáfora de nuestro anhelo de escapar de las armaduras interiores, de romper con las ataduras que no siempre vemos, pero que sentimos con claridad. Los cables no solo sostienen cuerpos alados, también simbolizan los hilos internos que nos conectan a aquello que aún no comprendemos, pero que palpita en lo más profundo. En cada batir de alas se escucha el eco del deseo de elevarse por encima de las limitaciones, de romper barreras, de alcanzar lo intangible.
Este diálogo silencioso entre el vuelo y el reposo, entre lo que somos y lo que aspiramos a ser, refleja la inconsistencia de nuestras verdades y la persistencia de nuestros sueños. Un espacio suspendido, donde la vida interior transita entre el anhelo de libertad y las barreras que, al igual que alambradas, nos impiden avanzar.